La oxigenación del suelo es un proceso destinado a mejorar el suministro de oxígeno a las raíces de las plantas, lo cual es esencial para su salud y desarrollo. En sistemas de cultivo, la oxigenación del suelo se logra mediante prácticas como el arado, la aireación y la incorporación de materiales orgánicos que favorecen la estructura del suelo. Este procedimiento beneficia la respiración de las raíces, promueve la actividad microbiana y facilita la absorción de nutrientes. Una adecuada oxigenación del suelo es fundamental para el cultivo de plantas, incluido el cannabis, ya que contribuye a mantener un entorno radicular saludable y robusto.